Los propietarios deseaban una vivienda cómoda, comprometida con criterios bioclimáticos y de sostenibilidad, con atención prioritaria a las vistas lejanas y a la relación con el jardín próximo. Por su profesión (biólogos ambos) entienden la vivienda como una pieza más del entorno natural. Solicitaron respetar un pequeño árbol y dejar patente la existencia de una laja de piedra notable en la parcela. Una vivienda de estas características sólo se puede realizar desde la complicidad de sus propietarios.